Después de mucho tiempo, he podido hacer mi sueño realidad, tener mi propio espacio en casa. Un sitio solo para mí, donde puedo tener mis cosas y donde puedo desconectar de todo (por supuesto si me dejan...)
Mi casa no es muy grande pero al quitar la cuna de Jimena se me ha quedado la habitación del vestidor vacía, y qué mejor manera que preparar mi rincón de costura.
Estoy ilusionada y contentísima de poder tener todas mis cosas a mano y no en el salón, en la entrada, en la habitación de las niñas, debajo de la cama...
Aquí tenéis algunas fotos de la reforma con los dos mejores ayudantes.
Y este es el resultado...
Y este cuadro de punto de cruz que hice cuando tenía 11 años.
Le tengo muchísimo cariño porque fue mi primera labor en condiciones ;)
Todas mis cosas ordenadas
Comparto la habitación con Gabriela, y ella tiene todo en alto y escondido para que su hermana no le coja las cosas. Aquí la parte de su escritorio.
Aún faltan algunas cosas, como los cojines de las sillas, ordenar las telas y papeles de scrap, pero poco a poco.
Espero que os haya gustado.
Feliz semana!